LECCIÓN 242
Este día se
lo dedico a Dios. Es el regalo que Le hago.
1. Hoy no dirigiré mi vida por mi cuenta. No
entiendo el mundo, por lo tanto, tratar de dirigir mi vida por mi cuenta es una
locura. Mas hay Alguien que sabe qué es lo que más me conviene. Y se alegra de
tomar por mí únicamente aquellas decisiones que me conducen a Dios. Pongo este
día en Sus manos, pues no quiero demorar mi regreso al hogar, y es Él Quien
conoce el camino que me conduce a Dios.
2. Y así, Te dedicamos este día. Venimos con mentes
completamente receptivas. No pedimos nada que creamos desear. Concédenos
únicamente lo que deseas que recibamos. Tú conoces nuestros deseos y
necesidades. Y nos concederás todo lo
que sea necesario para ayudarnos a encontrar el camino que nos lleva hasta Ti.
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