LECCIÓN 277
Que no
aprisione a Tu Hijo con leyes que yo mismo inventé.
1. Tu Hijo es libre, Padre mío. Que no me imagine
que lo he aprisionado con leyes que yo mismo inventé para que gobernasen el
cuerpo. Él no está sujeto a ninguna de las leyes que he promulgado para ofrecerle
más seguridad al cuerpo. Lo que cambia no puede alterar a Tu Hijo en absoluto. Él
no es esclavo de ninguna de las leyes del tiempo. Es tal como Tú lo creaste
porque no conoce otra ley que la del amor.
2. No adoremos ídolos ni creamos en ninguna ley que
la idolatría quiera decretar para ocultar la libertad del Hijo de Dios. Él no
está encadenado por nada excepto por sus propias creencias. Mas lo que él es,
está mucho más allá de su fe en la esclavitud o en la libertad. Es libre por
razón de Quién es su Padre. Y nada puede aprisionarlo a menos que la verdad de
Dios pueda mentir y Dios pueda disponer engañarse a Sí Mismo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario