7. ¿Qué es el Espíritu Santo?
1. El Espíritu Santo es el Mediador entre las
ilusiones y la verdad. Puesto que tiene que salvar la brecha entre la realidad
y los sueños, la percepción conduce al Conocimiento a través de la gracia que
Dios le ha dado para que sea el regalo que le hace a todo aquel que acude a Él
en busca de la verdad. A través del puente que Él tiende, todos los sueños se
llevan ante la verdad para que la Luz del Conocimiento los disipe. Allí los
sonidos y las imágenes se descartan para siempre. Y donde antes se percibían,
el perdón ha hecho posible el tranquilo final de la percepción.
2. El objetivo de las enseñanzas del Espíritu Santo
es precisamente acabar con los sueños. Pues todo sonido e imagen tiene que
transformarse de testigo del miedo en testigo del amor. Y cuando esto se logre,
el aprendizaje habrá alcanzado el único objetivo que siempre tuvo realmente.
Pues el aprendizaje, tal como el Espíritu Santo lo utiliza a fin de alcanzar el
resultado que Él percibe para él, se convierte en el medio que se trasciende a
sí mismo, de manera que pueda ser reemplazado por la Verdad Eterna.
3. Si supieses cuánto anhela tu Padre que
reconozcas tu impecabilidad, no dejarías que Su Voz te lo pidiera en vano ni le
darías la espalda a lo que Él te ofrece para reemplazar todas las imágenes y
sueños atemorizantes que tú has forjado. El Espíritu Santo entiende los medios
que fabricaste para alcanzar lo que por siempre ha de ser inalcanzable. Mas si
se los ofreces a Él, Él se valdrá de esos medios que inventaste a fin de
exiliarte para llevar a tu mente allí donde verdaderamente se encuentra en su
hogar.
4. Desde el conocimiento, donde Dios lo ubicó, el
Espíritu Santo te exhorta a dejar que el perdón repose sobre tus sueños para
que puedas recobrar la cordura y la paz interior. Sin el perdón, tus sueños
seguirán aterrorizándote. Y el recuerdo de todo el Amor de tu Padre no podrá
retornar a tu mente para proclamar que a los sueños les ha llegado su fin.
5. Acepta el regalo que tu Padre te hace. Es un
llamamiento que el Amor le hace al Amor para que tan solo sea lo que es. El
Espíritu Santo es el regalo de Dios mediante el cual se le restituye la quietud
del Cielo al bienamado Hijo de Dios. ¿Te negarías a asumir la función de
completar a Dios, cuando todo lo que Su Voluntad dispone es que tú estés
completo?
LECCIÓN 281
Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño.
1. Padre, Tu Hijo es perfecto. Cuando pienso que
algo o alguien me ha hecho daño, es porque me he olvidado de Quién soy y de que
soy tal como Tú me creaste. Tus Pensamientos solo pueden proporcionarme
felicidad. Si me siento triste, herido o
enfermo, es porque he olvidado lo que Tú piensas, y he implantado mis absurdas
ideas en el lugar donde a Tus Pensamientos les corresponde estar y donde están.
Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño. Los pensamientos
que pienso Contigo solo pueden bendecir. Los pensamientos que pienso Contigo
son los únicos que son verdad.
2. Hoy no me haré daño a mí mismo, pues me
encuentro mucho más allá de cualquier dolor. Mi Padre me puso a salvo en el
Cielo y vela por mí. Y no quiero atacar al Hijo que Él ama porque lo que Él ama
es mío para que yo también lo ame.
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