LECCIÓN 79
Permítaseme reconocer el problema para que pueda ser resuelto.
1. No puedes
resolver un problema a menos que sepas de qué se trata. Incluso si ya está
resuelto, lo seguirás teniendo porque no reconocerás que ya se ha resuelto. Ésta
es la situación del mundo. El problema de la separación, que es en
realidad el único problema que hay, ya se resolvió. No obstante, la
solución no se ha reconocido porque no se ha reconocido el problema.
2. En este
mundo cada cual parece tener sus propios problemas. Mas todos ellos son el
mismo problema, y se tiene que reconocer que son el mismo si es que se ha de
aceptar la única solución que los resuelve a todos. Ahora bien, ¿quién
puede darse cuenta de que un problema se ha resuelto si piensa que el problema
es otra cosa? Aun si se le proporcionara la respuesta, no podría ver su
relevancia.
3. Ésta es
la situación en la que te encuentras ahora. Dispones de la respuesta, pero
todavía no estás seguro de cuál es el problema. Pareces enfrentarte a una
larga serie de problemas, los cuales son todos diferentes entre sí, y cuando
uno se resuelve, surge otro y luego otro. No parecen tener fin. En
ningún momento te sientes completamente libre de problemas y en paz.
4. La tentación
de considerar que los problemas son múltiples es la tentación de dejar el
problema de la separación sin resolver. El mundo parece presentarte una
multitud de problemas, y cada uno parece requerir una solución
distinta. Esta percepción te coloca en una posición en la que tu manera de
resolver problemas no puede sino ser inadecuada, haciendo así que el fracaso
sea inevitable.
5. Nadie
podría resolver todos los problemas que el mundo parece tener. Éstos
parecen manifestarse en tantos niveles, en formas tan variadas y con
contenidos tan diversos, que crees enfrentarte a una situación
imposible. Tal como los percibes, el desaliento y la depresión son
inevitables. Algunos surgen inesperadamente, justo cuando creías haber resuelto
los anteriores. Otros permanecen sin resolver bajo una nube de negación, y
emergen de vez en cuando para atormentarte, mas sólo para volver a quedar
ocultos pero aún sin resolver.
6. Toda esta
complejidad no es más que un intento desesperado de no reconocer el problema y, por lo
tanto, de no permitir que se resuelva. Si pudieses reconocer que, sea cual
fuere la forma en que se manifieste, el único problema que tienes es el de la
separación, aceptarías la respuesta, puesto que verías su relevancia. Si
advirtieras el común denominador que subyace a todos los problemas a los que
pareces enfrentarte, comprenderías que dispones de los medios para resolverlos
todos. Y emplearías los medios porque habrías reconocido el problema.
7. En
nuestras sesiones de práctica más largas de hoy preguntaremos cuál es el
problema y cuál es su solución. No asumiremos que ya lo sabernos. Trataremos
de liberar a nuestras mentes de las innumerables clases de problemas que
creemos tener. Trataremos de darnos cuenta de que sólo tenemos un
problema, el cual no hemos reconocido. Preguntaremos cuál es ese problema
y esperaremos la respuesta. Ésta se nos dará. Luego preguntaremos
cuál es su solución. Y ésta se nos
dará también.
8. Los
ejercicios de hoy serán fructíferos en la medida en que no insistas en querer
definir el problema. Quizá no logres abandonar todas tus ideas
preconcebidas, pero eso no es necesario. Lo único que es necesario es
poner mínimamente en duda la realidad de tu versión de lo que son tus
problemas. Estás tratando de darte cuenta de que al reconocer el problema
se te da la respuesta, de manera que problema y respuesta puedan reconciliarse
y tú puedas quedar en paz.
9. Las
sesiones de práctica cortas de hoy no estarán regidas por el reloj, sino por la
necesidad. Hoy verás muchos problemas, y cada uno de ellos parecerá
requerir una solución distinta. Nuestros esfuerzos estarán encaminados al
reconocimiento de que no hay más que un solo problema y una sola
solución. Con este reconocimiento se resuelven todos los problemas. Con
este reconocimiento arriba la paz.
10. No te dejes engañar hoy por la forma en que se manifiestan los problemas. Cada vez que parezca surgir alguna dificultad, di de inmediato:
10. No te dejes engañar hoy por la forma en que se manifiestan los problemas. Cada vez que parezca surgir alguna dificultad, di de inmediato:
Permítaseme reconocer este problema para que pueda ser resuelto.
Trata entonces de suspender todo juicio con
respecto a lo que el problema es. A ser
posible, cierra los ojos por un momento y pregunta cuál es el
problema. Serás escuchado y se te responderá.
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