LECCIÓN 207
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como Dios me creó.
1. (187) Bendigo al mundo porque me bendigo a mí
mismo. La bendición de Dios irradia sobre mí desde dentro de mi corazón, donde
Él mora. No necesito más que dirigirme a Él y todo pesar desaparece conforme acepto
Su infinito Amor por mí.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como
Dios me creó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario