LECCIÓN 208
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como
Dios me creó.
1. (188) La Paz
de Dios refulge en mí ahora.
Permaneceré muy quieto y dejaré que la tierra
se aquiete junto conmigo. En esa quietud hallaré la Paz de Dios, que está dentro de mi corazón, y da testimonio de Dios Mismo.
No soy un cuerpo. Soy libre. Pues aún soy tal como
Dios me creó.
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