LECCIÓN 245
Tu Paz está
conmigo, Padre. Estoy a salvo.
1. Tu Paz me rodea, Padre. Dondequiera que voy, Tu
Paz me acompaña y derrama Su luz sobre todo aquel con quien me encuentro. Se la
llevo al que está desolado, al que se siente solo y al que tiene miedo. Se la
ofrezco a los que sufren, a los que se lamentan de una pérdida, así como a los
que creen ser infelices y haber perdido toda esperanza. Envíamelos, Padre. Que
sea el portador de Tu Paz, pues quiero salvar a Tu Hijo tal como dispone Tu
Voluntad para poder llegar a reconocer mi Ser.
2. Y así caminamos en paz, transmitiendo al mundo
entero el mensaje que hemos recibido. Y de esta manera oímos por fin la Voz que
habla por Dios, la cual nos habla según nosotros predicamos la Palabra de Dios,
Cuyo Amor reconocemos, puesto que compartimos con todos la Palabra que Él nos
dio.
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