LECCIÓN 248
Lo que sufre
no forma parte de mí.
1. He renegado de la verdad. Que sea ahora
igualmente firme y reniegue de la falsedad. Lo que sufre no forma parte de mí.
No soy aquello que siente pesar. Lo que experimenta dolor no es sino una
ilusión de mi mente. Lo que muere, en realidad nunca vivió, y lo se burlaba de
la verdad con respecto a mí. Reniego
ahora de todos los conceptos de mí mismo y de los engaños y mentiras acerca del
santo Hijo de Dios. Ahora estoy listo para aceptarlo nuevamente como Dios lo
creó, y como aún es.
2. Padre, mi viejo amor por Ti retorna y me permite
también amar nuevamente a Tu Hijo. Padre, soy tal como Tú me creaste. Ahora
recuerdo Tu Amor, así como el mío propio. Ahora comprendo que son uno.
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