LECCIÓN 249
El perdón pone fin a todo sufrimiento y a toda sensación de pérdida.
1. El perdón nos ofrece el cuadro de un mundo en el
que ya no hay sufrimiento, es imposible perder y la ira no tiene sentido. El
ataque ha desaparecido y a la locura le ha llegado su fin. ¿Qué sufrimiento
podría concebirse ahora? ¿En qué pérdida se podría incurrir? El mundo se
convierte en un remanso de dicha, abundancia, caridad y generosidad sin fin. Se
asemeja tanto al Cielo ahora que pronto se transforma en la luz que refleja. Y
así, la jornada que el Hijo de Dios emprendió ha culminado en la misma luz de
la que él emanó.
2. Padre, queremos devolverte nuestras mentes. Las
hemos traicionado, sumido en la amargura y atemorizado con pensamientos de
violencia y muerte. Ahora queremos descansar nuevamente en Ti, tal como Tú nos
creaste.
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