sábado, 31 de agosto de 2019

LECCIÓN 257




LECCIÓN 257

Que no me olvide de mi propósito.

1. Si me olvido de mi objetivo no podré sino estar confundido e inseguro acerca de qué soy y, por consiguiente, mis acciones no podrán sino ser conflictivas. Nadie puede estar al servicio de objetivos contradictorios y servirlos bien. Tampoco puede desenvolverse sin que se abata sobre él una profunda angustia y depresión. Resolvamos hoy, por lo tanto, recordar lo que realmente queremos para así poder unificar nuestros pensamientos y acciones de manera que tengan sentido y llevar a cabo únicamente lo que Dios quiere que hagamos este día.

2. Padre, el perdón es el medio que Tú elegiste para nuestra salvación. Que no olvidemos hoy que no tenemos otra voluntad que la Tuya. Por lo tanto, nuestro propósito tiene asimismo que ser el Tuyo si es que hemos de alcanzar la paz que dispusiste para nosotros


No hay comentarios:

Publicar un comentario