LECCIÓN 258
Que recuerde
que Dios es mi objetivo.
1. Lo único que necesitamos hacer es entrenar
nuestras mentes a pasar por alto todos los objetivos triviales e insensatos y a
recordar que Dios es nuestro objetivo. Su recuerdo se encuentra oculto en nuestras
mentes, eclipsado tan solo por nuestras absurdas e insignificantes metas, que
no nos deparan nada y que ni siquiera existen. ¿Vamos acaso a continuar
permitiendo que la Gracia de Dios siga brillando inadvertida, mientras nosotros
preferimos ir en pos de los juguetes y las baratijas del mundo? Dios es nuestro
único objetivo, nuestro único Amor. No tenemos otro propósito que recordarle.
2. No tenemos otro objetivo que seguir el camino
que conduce a Ti. Ése es nuestro único objetivo. ¿Qué podríamos desear sino
recordarte? ¿Qué otra cosa podemos buscar sino nuestra Identidad?
No hay comentarios:
Publicar un comentario