LECCIÓN 264
El Amor de
Dios me rodea.
1. Padre, estás delante y detrás de mí, a mi lado,
allí donde me veo a mí mismo y dondequiera que voy. Estás en todo lo que
contemplo, en los sonidos que oigo y en cada mano que busca la mía. En Ti el
tiempo desaparece y la idea de lugar se vuelve una creencia absurda. Pues lo
que rodea a Tu Hijo y lo mantiene a salvo es el Amor Mismo. No hay otra fuente
que Ésa y no hay nada que no comparta Su Santidad, nada que se encuentre aparte
de Tu única Creación o que carezca del Amor que envuelve a todas las cosas
dentro de Sí. Padre, Tu Hijo es como Tú. Hoy apelamos a Ti en Tu Propio Nombre
para estar en paz dentro de Tu eterno Amor.
2. Hermanos míos, uníos a mí en este propósito hoy.
Ésta es la plegaria de la salvación. ¿No deberíamos acaso unirnos a lo que ha
de salvar al mundo y a nosotros junto con él?
No hay comentarios:
Publicar un comentario