domingo, 1 de septiembre de 2019

LECCIÓN 264







LECCIÓN 264

El Amor de Dios me rodea.

1. Padre, estás delante y detrás de mí, a mi lado, allí donde me veo a mí mismo y dondequiera que voy. Estás en todo lo que contemplo, en los sonidos que oigo y en cada mano que busca la mía. En Ti el tiempo desaparece y la idea de lugar se vuelve una creencia absurda. Pues lo que rodea a Tu Hijo y lo mantiene a salvo es el Amor Mismo. No hay otra fuente que Ésa y no hay nada que no comparta Su Santidad, nada que se encuentre aparte de Tu única Creación o que carezca del Amor que envuelve a todas las cosas dentro de Sí. Padre, Tu Hijo es como Tú. Hoy apelamos a Ti en Tu Propio Nombre para estar en paz dentro de Tu eterno Amor.

2. Hermanos míos, uníos a mí en este propósito hoy. Ésta es la plegaria de la salvación. ¿No deberíamos acaso unirnos a lo que ha de salvar al mundo y a nosotros junto con él?


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