LECCIÓN 320
Mi Padre me
da todo poder.
1. El Hijo de Dios no tiene límites. Su fortaleza
es ilimitada, así como su paz, su júbilo y todos los atributos con los que su Padre
lo dotó al crearlo. Lo que dispone con su Creador y con su Redentor se hace. Lo
que su santa voluntad dispone jamás puede ser negado porque su Padre refulge en
su mente y deposita ante ella toda la fuerza y amor de la tierra y del Cielo. Soy
aquel a quien todo esto se le da. Soy aquel en quien reside el poder de la
Voluntad del Padre.
2. Tu Voluntad puede hacer cualquier cosa en mí y
luego extenderse a todo el mundo a través de mí. Tu Voluntad no tiene límites.
Por lo tanto, a Tu Hijo se le ha dado todo poder.
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