LECCIÓN 339
Se me
concederá todo lo que pida.
1. Nadie desea el dolor. Pero puede creer que el
dolor es placer. Nadie quiere eludir su felicidad, mas puede creer que la dicha
es algo doloroso, amenazante y peligroso. No hay nadie que no haya de recibir
lo que pida. Pero puede estar ciertamente confundido con respecto a lo que
quiere y al estado que desea alcanzar. ¿Qué podría pedir, pues, que al recibirlo
aún lo siguiese deseando? Ha pedido lo que le asustará y le hará sufrir.
Resolvamos hoy pedir lo que realmente deseamos y solo eso, de manera que podamos
pasar este día libres de temor y sin confundir el dolor con la alegría o el
miedo con el amor.
2. Padre, éste es Tu día. Es un día en el que no
haré nada por mi cuenta, sino que tan solo oiré Tu Voz en todo lo que haga. Y
así, Te pediré únicamente lo que Tú me ofreces y aceptaré únicamente los
Pensamientos que compartes conmigo.
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