viernes, 27 de septiembre de 2019

LECCIÓN 342









LECCIÓN 342

Dejo que el perdón descanse sobre todas las cosas, pues de ese modo es como se me concederá a mí.

1. Te doy gracias, Padre, por el plan que ideaste para salvarme del infierno que yo mismo fabriqué. No es real. Y me has proporcionado los medios para comprobar su irrealidad. Tengo la llave en mis manos, y he llegado hasta las puertas tras las cuales se halla el fin de los sueños. Me encuentro ante las puertas del Cielo, sin saber si debo entrar y estar en casa. Que hoy no siga indeciso. Que perdone todas las cosas y deje que la Creación sea tal como Tú quieres que sea y como es. Que recuerde que soy Tu Hijo, y que cuando por fin abra las puertas, me olvide de las ilusiones ante la deslumbrante luz de la verdad, conforme Tu recuerdo retorna a mí.

2. Hermano, perdóname ahora. Vengo a llevarte a casa conmigo. Y según avanzamos, el mundo se une a nosotros en nuestro camino hacia Dios.

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