viernes, 27 de septiembre de 2019

LECCIÓN 343




LECCIÓN 343

No se me pide hacer ningún sacrificio para encontrar la Misericordia y la Paz de Dios.

1. El final del sufrimiento no puede suponer una pérdida. El darlo todo solo puede ser ganancia. Solo das. Nunca quitas. Y me creaste para que fuese como Tú, de modo que cualquier sacrificio es algo tan imposible para mí como lo es para Ti. Yo también debo dar. Y así, todo me será dado por siempre para siempre.  Aún permanezco tal como fui creado. Tu Hijo no puede hacer sacrificios, pues él debe estar íntegro, pues su función es completarte a Ti. Soy íntegro por ser Tu Hijo. No puedo perder, pues solo puedo dar, y así, todo es mío eternamente.

2. La Misericordia y la Paz de Dios son gratuitas. La salvación no cuesta nada. Es un regalo que se debe dar y recibir libremente. Y esto es lo que queremos aprender hoy.

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