martes, 27 de agosto de 2019

LECCIÓN 224




LECCIÓN 224

Dios es mi Padre y Él ama a Su Hijo.

1. Mi verdadera identidad es tan invulnerable, tan sublime e inocente, tan gloriosa y espléndida, y tan absolutamente benéfica y libre de culpa, que el Cielo la contempla para que lo ilumine. Y Ella ilumina también al mundo. Mi verdadera identidad es el regalo que mi Padre me hizo y el que a mi vez le hago al mundo. No hay otro regalo, salvo éste, que se pueda dar o recibir. Mi verdadera identidad y solo ella es la realidad. Es el final de las ilusiones. Es la verdad.

2. ¡Oh, Padre, mi Nombre todavía Te es conocido! Yo lo he olvidado, y no sé adónde me dirijo, Quién soy ni qué es lo que debo hacer. Recuérdamelo ahora, Padre, pues estoy cansado del mundo que veo. Revélame lo que deseas que vea en su lugar.

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