LECCIÓN 286
La quietud
del Cielo envuelve hoy mi corazón.
1. Padre, ¡qué día tan sereno el de hoy! ¡Cuán
armoniosamente cae todo en su sitio! Éste es el día señalado para que llegue a
entender la lección de que no tengo que hacer nada. En Ti ya se han tomado
todas las decisiones. En Ti ya se ha resuelto todo conflicto. En Ti ya se han colmado
todas mis esperanzas. Tu Paz es mía. Mi corazón late tranquilo y mi mente se
halla en reposo. Tu Amor es el Cielo y Tu Amor es mío.
2. La quietud de hoy nos dará esperanzas de que
hemos encontrado el camino y de que ya hemos recorrido un gran trecho por él
hacia una meta de la que estamos completamente seguros. Hoy no dudaremos del
final que Dios Mismo nos ha prometido. Confiamos en Él y en nuestro Ser, el
cual sigue siendo uno con Él.
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