LECCIÓN 306
El regalo de
Cristo es lo único que busco hoy.
1. ¿Qué otra cosa sino la visión de Cristo querría
utilizar hoy cuando me puede conceder un día en el que veo un mundo tan
semejante al Cielo que un viejo recuerdo vuelve a aflorar en mi conciencia? Hoy
puedo olvidarme del mundo que fabriqué. Hoy puedo ir más allá de todo temor y
ser restaurado al amor, a la santidad y a la paz. Hoy soy redimido y vuelvo a
nacer en un mundo misericordioso y solícito; un mundo lleno de bondad en el que
reina la Paz de Dios.
2. Y de esta manera, Padre nuestro, regresamos a
Ti, recordando que nunca nos ausentamos; recordando los santos dones con los
que nos has agraciado. Venimos llenos de gratitud y aprecio, con las manos
vacías y con nuestras mentes y corazones abiertos, pidiendo tan sólo lo que Tú
concedes. Ninguna ofrenda que podamos hacer es digna de Tu Hijo. Pero en Tu
Amor se le concede el regalo de Cristo.
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