LECCIÓN 317
Sigo el
camino que se me ha señalado.
1. Tengo una misión especial que cumplir, un papel
que solo yo puedo desempeñar. La salvación espera hasta que yo decida asumir
ese papel como mi único objetivo. Hasta que no tome esa decisión, seré un
esclavo del tiempo y del destino humano. Pero cuando por mi propia voluntad y
de buen grado vaya por el camino que el plan de mi Padre me ha señalado,
reconoceré entonces que la salvación ya ha llegado, que se les ha concedido a
todos mis hermanos y a mí junto con ellos.
2. Padre, Tu camino es el que elijo seguir hoy. Allí
donde me conduce, es adonde elijo ir; y lo que quiere que haga, es lo que elijo
hacer. Tu camino es seguro y el final está garantizado. Allí me aguarda Tu
recuerdo. Y todos mis pesares desaparecerán en Tu abrazo, tal como le
prometiste a Tu Hijo, Quien pensó erróneamente que se había alejado de la
segura protección de Tus amorosos Brazos.
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