LECCIÓN 329
He elegido
ya lo que Tu Voluntad dispone.
1. Padre, pensé que me había apartado de Tu
Voluntad, que la había desafiado, que había violado sus leyes y que había
interpuesto una segunda voluntad más poderosa que la Tuya. En realidad, no
obstante, no soy otra cosa que Tu Voluntad, extendida y extendiéndose. Eso es
lo que soy, y eso nunca habrá de cambiar. Así como Tú eres Uno, así yo soy uno
Contigo. Eso fue lo que elegí en mi creación, en la que mi voluntad se hizo
eternamente una con la Tuya. Esa decisión se tomó para siempre. No puede cambiar
ni oponerse a sí misma. Padre, mi voluntad es la Tuya. Estoy a salvo, tranquilo
y sereno, y gozo de una dicha interminable porque así lo dispone Tu Voluntad.
2. Hoy aceptaremos la unión que existe entre
nosotros, y entre nosotros y nuestra Fuente. No tenemos otra voluntad que la
Suya y todos somos uno porque todos compartimos Su Voluntad. Por medio de Ella
reconocemos que somos uno solo. Por medio de Ella encontramos por fin el camino
que nos conduce a Dios.
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