LECCIÓN 330
Hoy no
volveré a hacerme daño.
1. Aceptemos hoy que el perdón es nuestra única
función. ¿Por qué atacar nuestras mentes y ofrecerles imágenes de dolor? ¿Por
qué enseñarles que son impotentes, cuando Dios les ofrece Su Poder y Su Amor y
las invita a servirse de lo que ya es suyo? La mente que ha llegado a estar
dispuesta a aceptar los dones de Dios ha sido restaurada al Espíritu y extiende
su libertad y su dicha tal como dispone la Voluntad de Dios unida a la suya
propia. El Ser que Dios creó no puede pecar, por lo tanto, no puede sufrir. Elijamos
hoy que Él sea nuestra Identidad para poder así escapar para siempre de todas
las cosas que el sueño de miedo parece ofrecernos.
2. Padre, es imposible hacerle daño a Tu Hijo. Y si
creemos sufrir, es solo porque no reconocemos la única Identidad que
compartimos Contigo. Hoy queremos retornar a Ella a fin de librarnos para siempre
de todos nuestros errores y salvarnos de lo que creíamos ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario